Uno de los aceites más mexicano es el aceite de coco. Es una de la joyas mexicanas, aunque en los 80’s estuvo embarrado en asuntos turbios: se decía que tenía un alto contenido en grasas saturadas, pero lo que nadie dijo es que no todas las grasas saturadas son malas.
Ahora resulta que todo el mundo ha descubierto que el aceite de coco está hecho con grasas medias, que son maravillosas y están súper de moda ya que son muy buenas para el cuerpo porque, de entre todos los aceites del mundo (ni siquiera el de oliva le mejora en esto), es el que menos radicales libres tiene (que son muy malos para el cuerpo).
Pero lo que lo hace súper especial son su contenido de ácido láurico, ácido caprílico y ácido cáprico, es decir, que mata hongos y bacterias, así que ya lo saben chicas y chicos, comiencen cada mañana con una cucharada de aceite de coco en agua caliente en el té o café, pues esto te ayudará a estabilizar tu metabolismo y a liberarte del mal aliento matutino, además de inyectarte energía matutina.
Sí sufres de fuegos labiales, este es el remedio definitivo, y si eres la típica o el típico mexicano por Europa con roturas de labios y con la piel con llagas y con muchos problemas por el frío, el aceite de coco es infalible.
Y como desmaquillante ni les cuento… o sea que si sufren de tez grasosa de exceso de bacterias (que es lo que nos genera puntos negros y barritos), o simplemente no has encontrado un desmaquillante que cumpla con la función de dejarte la cara limpia de verdad, prueba con el aceite de coco: vas a ver la gozada de sensación. Además, no te deja la piel tirante sino que se queda divina.
Y ahora sí, el súper consejo que todas y todos estaban esperando (nosotros solamente tenemos Malincheros y Malincheras guapísimos y guapísimas): el aceite de coco es el único que no crea radicales libres. Ojito a este detalle de química básica elemental: los radicales libres son los que favorecen el envejecimiento, o sea que os conservareis perfectamente jóvenes y eternamente bellas y bellos; ni el mejor hechizo de gitana logra esto.
Los productos mexicanos son de altísima calidad y un regalo de la naturaleza, y el aceite de coco un orgullo de México.
Si con todo esto no les he convencido, nada lo hará. ¡Amén!