Y ahora si muchachos vamos hablar de uno de los temas más polémicos y escandalosos de la gastronomía mexicana: sí, estamos refiriéndonos a la quesadilla.
¿Qué es una quesadilla?
Muchos eruditos sostienen que una quesadilla puede o no llevar queso siempre y cuando cumpla la condición de ir unida tipo libro (que este doblar por la mitad) pues esa es su presentación. Pero la otra mitad de garnacheros y tragones mexicanos argumentamos y defendemos que una quesadilla, como su nombre indica, debe llevar queso. Y aquí es donde se desata la siguiente guerra mundial.
Le diré que para mí una quesadilla tiene que llevar obligatoriamente queso. Grandes chefs mexicanos e investigadores aportan como defensa la típica quesadilla chilanga: de tinga de pollo, se hace con masa y al momento se fríe en los Tianguiz.
También hay otras aportaciones de estados marítimos que nos muestran las quesadillas tipo empanadas en donde la masa no es 100% maíz; algunas veces lleva minsa harina de trigo, y alguna otra receta de mezcla para hacer la harina, quedando más bien como unas empanaditas, ya sea de camarón, la típica de pulpo o la de pescado blanco; esta última es muy famosa en estados como Puebla Querétaro y D.F., y sirve de referencia a las quesadillas sin queso, que son muy famosas y que, de toda la vida, se han servido sin queso.
Bueno, ya poniéndonos un poquito más internacionales, también tenemos que decir que el éxito de la quesadilla se debe a la quesadilla regia, hecha a base de finas tortillas de harina de trigo (tipo tía Rosa), rellenas del famosísimo e internacional queso oaxaqueño (que es un mexicano fondeu) y que era súper popular entre los actores y actrices de Hollywood cuando venían a visitar a Acapulco.
Bueno chicos la verdad es que nos gustaría saber si ustedes prefieren sus quesadillas con queso o sin queso, si las prefieren fritas o estilo tía Rosa, y que nos cuenten cuál es su pesadilla favorita en la venganza de Malinche: la de flor de calabaza, la de Huitlacoche, o de chorizo hola de champiñón.